Tuesday, May 18, 2010

I Have No Fear...

(Photo: Entrada Subte D, Dirección Catedral. Buenos Aires, Argentina)


"On était proches, si proches, toujours plus proches..." Paris, Je T'aime

Y heme aquí una vez más echada en mi cama y cargada con ideas que me dan vueltas en la cabeza. Es las semanas que han pasado siento que han pasado muchas cosas y al mismo tiempo siento que no pasa nada, que el tiempo no fluye. Hay cosas que han cambiado, cosas que me han sorprendido de sobremanera y que confieso que no pensé que llegara a sentir en tan poco tiempo. Una de esas, es el miedo a quedarme sola. Desde que llegué aquí eso fue una posibilidad o incluso una realidad, en este país no conozco a nadie, no tengo compañía, etc. Pero eso no es tan cierto tampoco, tengo a J-E, a las personas que conocí a través de él y también tengo algunas amigas en la universidad...pero me digo que aún no estoy tan segura de haber encontrado esa compañía segura, al menos una persona con quien me sentiría verdaderamente cómoda diciendo: "Vamos a tomar un café, a ver una película, a tomarnos una cerveza...", me pasa lo que me pasaba muchas veces cuando estaba en Colombia y lo que me pasa muchas veces en todas partes...me entra ese miedo a el silencio, a el no saber que decir...odio ese silencio.

La verdad es que al momento de conocer gente no tengo ningún problema en hablar con ellos, de repente se me suelta la lengua y estamos hablando del tema más X del mundo, pero hablamos, nos conocemos y eso está bien. La cuestión es que a veces cuesta encontrar una persona con la que se puede hablar de cualquier pendejada y que así mismo sea posible quedarse callado sin sentirse incomodo; son dones muy particulares. Cuando estuve en Francia esa compañía llegó en la forma de una nena chipriota con la cual me llevé bien en menos de 5 minutos. Con ella salía en las noches, hablábamos de arte, música, fotografía, hombres, etc. Ibamos a Starbucks (un plan que me hacía extrañamente feliz), tomábamos café y chocolate caliente, íbamos sobre los Quais de la Saone y hablábamos.

En Colombia tengo varias personas con quienes puedo hacer este tipo de planes, pero eso es normal pues pasé más de la mitad de mi vida con ellos, excepto con Tomás, con quien logré llevarme muy bien en un lapso bastante reducido de tiempo. No sentía ese temor al silencio, o más que todo a la incomodidad, el silencio no tiene nada de malo siempre y cuando no sea incómodo. Confieso que aquí me hace falta esa compañía, también me hace falta tener amigos hombres pues ahora me encuentro más que todo rodeada de mujeres y aunque no me molesta el cambio, pero si me hace falta algo de compañía masculina (que no sea J-E, obviamente).

Hay otra cuestión que me es un poco extraña y es que he conocido gente a quien quisiera acercarme así como lo hacía cuando estaba en Colombia pero me doy cuenta que estoy en condiciones distintas y que cuando se está en pareja no se puede actuar como cuando se está soltero (si, soy toda una filosofa). No es algo que me molesta, es solo que me dí cuenta que perdí la costumbre y que cuando estaba con J-E en Francia las cosas eran algo distintas, tal vez sean los seis meses que pasamos lejos que me cambiaron, pero bueno, es así.

El punto es que pensaba en como serán las cosas cuando este sola otra vez, si no será muy duro quedarme sola después de este tiempo que he pasado tan acompañada, si perderé el contacto con gente por el simple hecho de que Jean-Etienne no estará aquí y es el quien era el lazo que une la relación que creo haber creado con estas personas. Porque viendolo de cierta manera, para gran parte de la gente que he conocido aquí, antes de ser yo, soy un +1. Soy la que es invitada a los planes porque él también está invitado y tiene sentido que me lleve...pero entonces mi pregunta es: ¿Y después que? ¿La gente que conocí este semestre con J-E, son sólo amigos temporarios? Me hace preguntarme sobre cuales son las bases de las relaciones que he creado aquí y que tan fácilmente pueden o no acabarse.

La cuestión que no se puede ignorar es que al venir aquí, el hecho de no tener relaciones tan estables como aquellas que puedo tener en Colombia era inevitable. Igualmente tampoco pretendo ser tan ridícula de creer que en un lapso de tres meses voy a tener una mejor amiga, un mejor amigo y todo un parche para mi...creo que para mi eso toma un poco más de tiempo; salgo con gente, la paso bueno, pero todo se mantiene muy superficial y lo que me pregunto ahora es qué tan factible es que pueda llegar a profundizar estas relaciones.

Me doy cuenta que en ocasiones tengo una necesidad muy grande de dar afecto, de tener gente a quien querer y poder tener confianza y todas esas pendejadas que uno tiene con los buenos amigos. Soy una persona que tiende a querer muy fácilmente y con esa misma facilidad puedo terminar lastimada, casi siempre sin intención por parte de los demás, pero pasa. Me es simpático porque a veces cuando tengo gente cerca expreso el afecto de la forma que me llega de manera natural y muchas veces me pregunto si a la gente le molesta, si los incomodo, si tal vez la forma en que hago las cosas no es aquello a lo que la gente puede estar acostumbrada. El punto es que es todo un proceso a través de cual la gente que voy conociendo y con quienes voy estableciendo una relación deben ir acostumbrando a mi carácter, a la persona que soy y la manera como actúo.

Supongo que en realidad es algo pendejo tener miedo de cómo evolucionen mis relaciones o que no pueda encontrar esa compañía porque igual son cosas que llegan con el tiempo...pero bueno tal vez yo soy una pendeja y por eso tengo algo de miedo.

En fin, les doy la bienvenida futuros amigos, sepan que soy el equivalente humano de una montaña rusa.

"I suffer from an enourmous need for a affection, and a terrible need to give it," - Author Unknown.

1 comment:

  1. Feel no fear... we're together, no matter the distance or obstacles life thoughtfully likes to set in our paths.

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