(Photo: Cancha Futbolito, Bar Le Merval, BsAs, Argentina)
"Aime-moi moins, mais aime-moi longtemps," - Les Chansons d'Amour
Hace unas semanas, con el carenalgui Parrot, hicimos una lista de las cosas que TENEMOS que hacer antes de que parta a su tierra natal. Resultó bastante divertido pues descubrí que casi la mitad de las cosas que estan en la lista tienen algo que ver con comida, lo cual confima (tristemente) la teoría que el carenalgui tenía acerca del hecho de que somos unos gordos y no hacemos sino comer.
Pero no, en fin, la lista también incluye ir a bares, visitar museos, visitar la casa de Cristina, pasear, etc. El finde pasado fue finde de hacer cosas de la lista, fuimos a tomar foticos de unas alitas que hay en Palermo Soho, cerca de Plaza Serrano. Después fuimos a el Rosedal, y quedé algo triste porque como estoy acostumbrada a que en Bogotá no hay cambio de estaciones, olvidé por completo que las flores tan lindas que había visto cuando fui en verano, ya no estarían, en vista de que ya llegó el invierno. Igual, las fotos salieron lindas, nos divertimos bastante, es un buen sitio para visitar; en primavera debe ser genial.
Luego fuimos a San Telmo a buscar unos guantes de cuero para el caballero, pero antes fuimos a la casa de Cristina, que está abierta para visitas todos los fines de semana. La verdad fue muy normal, lleno de turistas cargados de cámaras y tomando las fotos mas aleatorias y muy poco estéticas. Confieso que desde que conozco a J-E, cambié mucho mi forma de pensar de la fotografía, hay una gran diferencia de hacer una buena foto, estética y pensada que una foto que parece importante porque atrás está la silla donde se sienta la Presidenta o quien sabe quien. En fin, no me las doy de la fotógrafa, pero considero que es importante saber cuando una foto vale la pena o cuando no. Nos aburrimos en la mitad del tour y nos fuimos, vimos como bajaban la bandera de la Plaza de Mayo, toda una ceremonia que también vimos a medias, dejamos que los scouts detrás nuestro la apreciaran por nosotros.
Hacía mucho frío este día y yo toda tierna decidí ponerme shorts con leggings y las medias más gays que pude encontrar. La verdad sentí que se me iban a caer los pies. En fin entramos a una tienda de cuero y aparentemente la vieja le vio cara de gringo a J-E porque cuando le preguntó de qué material estaban hechos los guantes la vieja respondía inmediatamente: "Cabra, GOAT" y yo no pude evitar reirme un poco...o mucho más bien.
En la noche fuimos a comer a un restaurante francés para que J-E pudiera saciar su antojo de ostras (las cuales probé y dan la sensación de comerse un moco), igualmente quise probar lo que estaba debajo de las ostras, que parecía ser arena pero igualmente me dije que NADIE pone arena en un plato donde sirve comida...evidentemente me di cuenta que estaba equivocada apenas puse unos cuantos (o muchos) granos en mi boca...
El día siguiente volvimos para comer un Brunch con Marine y luego nos dirigimos a la Feria de Mataderos, que se encontraba a una hora de camino en bus (osea en el culo del mundo mas o menos), estuvo bastante buena, se ven todas esas cosas que son tan típicamente argentinas, es como una feria de plaza en Colombia, donde a uno le venden que la artesanía, que la manilla, que el no se qué. Caminamos bastante rato mientras J-E buscaba un mate que fuera de su agrado y para su felicidad encontró dos que le gustaron, reacción inmediata: ir a comprar yerba! Compramos una bolsa de yerba y volvimos en colectivo a casa, J-E preparó mate y cuando nos vimos de nuevo lo probé por primera vez con azúcar (porque sin sabe muy amargo para mi gusto) y me gustó y supuestamente dicen que quita el hambre pero bueno...eso conmigo no sirve, a la hora estaba que moría de hambre. Destinación: Pekin Pizza (la mejor mejor MEJOR pizza del mundo).
El lunes fuimos un poco más morsas pero igual estuvimos andando por el subte, tomando foticos de las diferentes líneas y estaciones, fue bastante bueno, cada línea tiene su propia particularidad, la B por ejemplo tiene aún cosas escritas en japonés (es un tren de segunda mano donado por los japoneses) y es bastante simpático ver esas pequeñas particularidades. Para terminar nuestras choco aventuras, fuimos a un restaurante colombiano que queda en el centro de BsAs, no muy lejos del Teatro Colón. J-E se comió su primera bandeja paisa (y la terminó) y yo pude volver a tener el gusto de tomar juguito de mora y de lulo (=FELICIDAD).
Fue un buen fin de semana, de esos en los que uno siente que hizo muchas cosas, que está feliz, que se ríe. Me gustó porque pudimos tachar varias cosas de nuestra lista. Hay que aprovechar el tiempo.
"Say all I need, is the air I breathe and a place to rest my head," - OneRepublic.
