Wednesday, December 2, 2009

Así se baila el Tango


(Photo: CD's Buenos - Aires Paris Electronic Tango,Hybrid Tango, Natallia - Tango Electronico)


"Milonga pa' recordarte, milonga sentimental...otros se quejan llorando, yo canto pa' no llorar" - Milonga Sentimental, Otros Aires.

La noche antes de mi vuelo de regreso a Colombia salimos a comer a un restaurante y luego de eso fuimos a tomar algo en el Centre Ville. Caminamos por la Esplanade y por el Jardin des Champ de Mars de Montpellier y llegamos al Musée Fabre, en el patio justo en frente del restaurante del museo había un gran grupo de gente y se oía un tango en el aire. Al acercarnos más nos dimos cuenta que era una de esas noches en las que la gente reúne en un sitio especifico a bailar, en este caso evidentemente era una noche de tango. La gente milongueaba y bailaba lentamente, el tango guiaba sus pasos, lentos y sensuales, marcados e incitantes.

Nos acercamos a la mesas, yo me quede cerca de la mujer que colocaba la música, le pregunté quien era el artista y cual era la canción que sonaba. Mientras me respondía continué observando a la masa humana que se deslizaba lentamente a través de la pista, sus pasos tan suaves que parecían flotar a milímetros del suelo. La mujer me preguntó si sabía bailar tango, le respondí que no, nunca lo había intentado pero que me encantaba escucharlo, sobre todo el tango electrónico.

"Bebe tus nostalgias en el sordo cafetin"

Me despedí de la mujer y me dirigí a la mesa donde estabamos sentados. Ahí seguí mirando el dulce y lento baile que se presentaba ante mis ojos. En ese momento me dije que era una verdadera lastima no saber bailar pues me habría encantado participar en ese momento, en ese grupo de gente unida por un ritmo y guiando sus pasos lentamente por la pista. Vi parejas de todos tipos y edades, hombres, mujeres, jóvenes, viejos, los imaginaba a todos como enamorados, que venían a dejar de ser dos para volverse uno al ritmo del tango.

Cada quien iba a su ritmo, escogía sus pasos, se deslizaba como deseaba. Cada paso se marcaba, se sentía. Sus rostros separados por un leve milimetro, sus brazos firmes, sosteniendose mutuamente y sus piernas...dibujando figuras y decorando cada uno de sus movimientos. El leve roce de una pierna sobre otra, una caricia escondida. Un beso perdido entre el sonido del bandoneón.

La música se detiene y pareciera como si todos hubieran salido de un trance, como si el fin de la música los transportara una vez más a esa noche de verano en el centro de Montpellier. Sonríen, agradecen, se abrazan y se besan y lentamente la pista va quedando vacía.

"A veces...cuando logro sobrevivir al Domingo que rara vez florece"

Estando de regreso en la tierra del café y la cheverecidad decidí no dejar atrás esa idea de bailar tango y por eso decidí comenzar unas clases. Encontré una pequeña academia cerca de mi casa, con un grupo igualmente pequeño compuesto por más mujeres que hombres y por un profesor bastante simpático. Ya habiendo visto más de una vez como se baila el tango, me pregunté que tan difícil sería aprender, que tanto tiempo me tomaría llegar a alcanzar un nivel que se pudiera considerar decente, que si en algún momento llegara a ir a Buenos Aires y hubiera una milonga que yo pudiera participar en ella (asi fuera con los pasos más básicos).

Comencé mis clases hace ya unos 4 meses y medio, 2 horas cada semana. En verdad no es mucho, razón por la cual mi progreso ha sido más bien lento sin embargo desde el primer día me di cuenta que tomar estas clases fue una muy buena decisión. Sentía que quería aprender, practicar y moverme como se movían los alumnos que iban más avanzados. Hay una señora de unos 60 años que en una ocasión bailó toda una canción con el profesor (Miguel Angel) y al finalizar la música lo único que pude decir fue: "Yo quiero...(bailar así)."

"Borracho y desaliñado entró el cantor malherido, bebiose hasta el apellido para poder entonar"

En mi ultima clase aprendimos uno de esos pasos que uno ve y dice: "que vaina tan sexy carajo" en verdad quedé atónita y cuando logré hacerlo me sentí realizada, imaginé juntar todo lo que he aprendido y poder hacerlo en ritmo real, en una milonga, bailando en el sentido contrario a las agujas del reloj (porque así se hace). Apoyar mis manos suavemente sobre la espalda de mi pareja, descansar mi cabeza ligeramente contra su barbilla y dejarnos llevar por la música. Caminar, disociar, entrar a quinta, hacer ochos rodeando bien, el pie se desliza por el piso, pivot. Dejandonos llevar, dejandome llevar. Salida americana, entrada a quinta, pivot y lentamente deslizo una pierna contra la otra, la cruzo y vuelve a bajar, siempre manteniendo el equilibrio, la sensualidad, el ritmo.

"Un pedazo de barrio allá en Pompeya, durmiendose al costado del terraplén"

El Tango se baila con la mirada arriba, hombros relajados, mano en la espalda y dejandose llevar, ningún paso es ensayado, estos nacen del ritmo, mantener la pose recta y el resultado es simple y pura sensualidad, romance, nostalgia, tristeza, todo esto expresado a través del bandoneón y su suave música. Es un trance, un viaje a un momento distinto en el que las palabras no existen, las miradas se cruzan, los cuerpos se tocan, se rozan, se sostienen. Es un momento en el que dejamos de ser dos, para volvernos uno.

"Pero entre tanto tango encontré su ropa junto a mi ropa"

Tuesday, November 24, 2009

:Billet d'Avion:

(Photo: Cerveza Redds, Beer Station 85, Bogotá, Colombia)

"I love you not for what you are, but for what I am when I'm with you," - Author Unknown


Elle avait le billet d’avion dans son sac à main, celui-ci était au-dessous de ses jambes, juste à côté du gilet de sauvetage. Elle a ouvert les yeux doucement, 8 :4opm vol à NY…ouais, c’était à cette heure qu’elle avait pris son avion, maintenant elle ne savait pas quelle heure il était. Elle avait laissé sa montre sur son bureau, chez elle. De certaine manière elle avait pensé que dès qu’elle prenait son avion ; le temps ne compterait plus.

Elle avait peur, ses mains tremblaient et depuis quelques jours elle avait froid, mais froid du genre qui se mettait dans les os et qu’elle ne pouvait pas apaiser. C’était bizarre, il faisait nuit et elle le savait même si elle ne le voyait pas. Les hôtesses de l’air avaient déjà passé plusieurs fois avec des plateaux, de la nourriture et des boissons. Non, je ne veux rien, merci. Souri.

Le billet était vieux, dans son sac il devait être écrasé par toutes ses affaires, par son portefeuille, son passeport et quoi d’autre. Elle essayait d’agir comme si ce billet, vieux et écrasé ne valait rien quand en réalité, elle sentait qu’il valait plus que n’importe quel autre élément dans sa vie. Elle ne pouvait pas nier l’importance de ce but de papier, elle était quand même dans l’avion, en train de traverser l’Atlantique. Oui, elle savait que le billet avait une valeur.

À NY il y avait une rue où elle était censé d’y aller. Rendez-vous là-bas, tu iras ? Oui, on se verra là-bas. Il y avait une chaise, elle attendrait sur cette chaise, pendant combien de temps ? Allait-t-elle rester toute la journée ? Et s’il ne venait pas ? Non, non, pense pas à ça…on verra…tout va se passer bien.

Elle a demandé un peu de vin, elle sentait que cela lui ferait bien en ce moment. Elle regardait l’hôtesse de l’air pendant qu’elle le demandait quel type de vin elle voulait. Rouge. En vrai, elle ne connaissait rien sur le vin, elle faisait toujours confiance à ceux qui apparemment en connaissaient plus. Le vin gardait un million de souvenirs, dans ses couleurs, ses odeurs et ses goûts. Le vin l’a faite penser à lui. Elle en avait bu un peu juste avant de se retrouver pour la deuxième fois, au milieu d’une place. Les gens dansaient la salsa autour d’eux. Ils se regardaient, l’un à l’autre.

Elle était dans l’avion, elle buvait du vin et pensait à lui. Putain, comme elle était pathétique. Elle gardait les souvenirs de ce qu’ils avaient vécu comme si c’était hier. Elle n’aimait pas trop les avions, en fait. Chaque fois qu’elle prenait un, elle avait des sentiments différents.

En vrai, elle a décidé que tout dependait que ce qui l’attendait de l’autre côté.


Si supiera que estos son los últimos minutos que te veo diría "te quiero" y no asumiría, tontamente, que ya lo sabes. – Gabriel Garcia Marquez


Sunday, November 8, 2009

250 Pesos El Minuto

(Photo: La Candelaria, Bogotá, Colombia)


"que a ella, por robarle la cadena, un ladrón la había matado en la carrera séptima de Bogotá" - En Esas Andaba Cuando La Ví, Fernando Quiroz

Y me da algo de tristeza pensar en lo que motiva esta entrada en el blog; no es una salida a Bogotá o la memoria de algún momento, no es una nostalgia que necesito expresar, una tristeza a desahogar o una felicidad a plasmar, es un recuento de una muerte completamente ridícula. Y ahora que escribo, pienso que gran parte de las muertes que se dan en este país, en esta ciudad tienen esa característica particular...que son completamente ridículas.

En el aeropuerto, esperando mi avión para volver a Francia compré un libro para entretenerme, aquello de los vuelos largos y demás. Compré un libro de Fernando Quiroz, el que cité arriba. Es un libro fácil de leer, con una historia que refleja detalles de Bogotá y de Buenos Aires, la realidad de la capital colombiana, la historia de un hombre que trata escapar de su propia vida luego del asesinato de su esposa por parte de un ladrón que buscaba quitarle una cadena. Ridículo. Completamente ridículo y aun así es completamente cierto. De este libro me marcaron dos aspectos, el primero la historia de amor que se desenvuelve a través de las calles de la capital porteña y el segundo, la descripción del impacto de una tragedia que se dio en las calles de Bogotá.

La semana pasada estuve hablando con mi mamá mientras la acompañaba a hacer una compras y pasando por una calle que tendemos a frecuentar me pregunta por una mujer que se paraba en el semáforo acompañada de una amiga, generalmente para pedir plata. Me preguntó si recordaba a la mujer y le dije que no, pero en fin, me dijo que dos días antes había pasado por ahí y vió que solo estaba una de las dos jóvenes. Aprovechando la luz roja del semáforo y su naturaleza habladora, mi mamá preguntó por la otra muchacha.

-"La mataron la semana pasada, estaba hablando por el celular y un man por robarselo fue y la agredió y ella no se dejó entonces el tipo la mató"

Yo me imagino la escena, y muchas veces me he preguntado que haría si en algún momento de mi vida llega alguien a atracarme, a quitarme mi itouch o mi computador. La gente aquí dice que no vale la pena ponerse a pelear por eso, va el ladrón y le saca un chuzo o una pistola y hasta ahí llega la historia. Digan lo que digan, yo creo...que si llegara el momento yo me le tiro encima, yo no me dejo, y tal vez, tal vez me salga cara esa jugada.

En mi cabeza no cabe la idea que alguien sea capaz de matar por un celular, por un misero celular, por plata, por una cadena. Mi vida vale más que eso, una vida vale más que eso. Que ocurre dentro de las cabezas de las personas para poder llegar a creer que por un celular se puede acabar con la vida de una persona? Matar a un estudiante por su computador? Apuñalar a una mujer por su cadena de oro? Si, es cierto que es gente que tal vez viva de lo que roban, de lo que pueden quitar, es gente que vive de las vidas que quitan.

Cualquiera podría preguntarse por qué escribí sobre esto, por qué resaltar este lado oscuro de esta mágica ciudad, de este hermoso país y de su gente 'feliz'. Por qué hablar de esto? porque desafortunadamente es una realidad que nos sigue, su sombra está presente en nuestros días, sentimos su peso cuando caminamos por las calles con cosas de valor y con susto de que por alguna razón hoy no sea el día...y nos ganamos una loteria en la que nadie quisiera participar.

Amo esta ciudad, amo sus calles, sus bares, sus restaurantes y me da tristeza saber que en medio de tanta riqueza, existe este elemento que opaca a Bogotá. Este miedo que muchos sentimos, que llega incluso a oídos de extranjeros y crea prejuicios. Estas muertes ridículas, que ocurren en los momentos mas inesperados, que nos dejan atónitos y tratando de entender qué es lo que pasa...qué hacer para evitarlo.

A veces me da algo de risa pensar que estoy jugando a una ruleta rusa en esta ciudad, llevando mi computador y mi itouch a la universidad, cualquier cosa puede pasar en cualquier momento. Mientras camino por las calles de mi ciudad pienso que hay personas que valoran más aquello que llevo dentro de mi bolso que mi propia vida y no puedo sino reirme porque es verdaderamente increíble.

Abrir el periódico y encontrar relatos de este tipo, hablar en la Universidad y oír cuentos e historias, incluso en un semáforo podemos ver el reflejo de lo que es vivir en esta ciudad. No digo que esto sea lo único que cuenta, que Bogotá es solo esto, no, para nada. Es solo que...una vida vale más que un celular y las historias como la de la joven del semáforo, la de Fernando Quiroz y todas las otras que ocurren cada día son historias que hacen que el corazón se retuerza y duela un poco.

"ella habia sido la muerte absurda de uno de esos días. La muerte que, por ley de probabilidades , casi siempre les toca a otros,"

Tuesday, October 27, 2009

¿Qué es un buen día?

(Photo: Quais de la Saône, Lyon, France, 2009
Crédit: Jean-Etienne Parrot)

"If suddenly
you forget me
do not look for me,
for I shall already have forgotten you."
If You Forget Me, Pablo Neruda

A veces me detengo (en los momentos más inesperados del día) y me doy cuenta de todos los pensamientos que cruzan mi mente. De tantas ideas y pendejadas que a veces dan vueltas en mi cabeza y parecen jugar unas con otras. Se mezclan, se contradicen, se enredan. Es más que todo en las noches cuando me doy verdaderamente cuenta de las cosas que he pensado, las cosas que sigo pensando. Entre las sábanas de mi cama, mientras miro tres pequeñas ovejas que brillan en el techo de mi cuarto, me pregunto cómo somos capaces de mantenernos tan tranquilos con la cabeza tan llena de...todo.

Pienso en cosas que he dicho y cosas que quisiera decir, cosas que he hecho y cosas que quisiera hacer, así como en cosas que me habría gustado no haber hecho y no haber dicho. Días en los que solo pienso en verdaderas estupideces y día en los que pienso en cosas que nunca quisiera olvidar, días en los que una sola idea pareciera dar vueltas en mi cabeza todo el tiempo, sin cesar, siempre está ahí, presente y es generalmente mientras doy vueltas en mi cama, rodeada de postales y varias pertenencias, que las ideas surgen, me llenan...y no puedo hacer más sino pensarlas.

Hace poco viendo fotos y llenandome de nostalgia por momentos vividos y aquellos que quisiera vivir, entró una pequeña idea en mi pequeña cabeza y me pregunté: "Qué es un buen día?". Miré las fotos una vez más y tuve la certeza de que reposaba mi mirada sobre lo que fueron buenos días. Veo fotos en restaurantes, en mi casa, en la BSC, en las calles de Lyon, en un río, en Colombia, en Francia. Días en los que estaba tranquila, más que feliz estaba tranquila, sabía que aunque habían muchas más cosas que podía pedir, muchas más cosas que podía anhelar...no me nacía la necesidad o incluso el deseo de pedirlas. En mi sentía una certitud de que el día fue lo que fue y que si hubiera sido de cualquier otra forma tal vez no lo recordaría como un buen día.

Digamos que un buen día es un día en el que la vida cambia, pero entonces me pregunto si nuestras vidas no cambian todos los días. No, hoy no soy la misma persona que era ayer, ni soy la persona que seré mañana. Los cambios pueden ser imperceptibles, mínimos, pero cambio es cambio. Son estos pequeños cambios los que nos construyen y me viene a la mente una idea simpática de que como personas, estamos en constante construcción. Nos imagino a todos con un pequeño letrero colgado que dice "under construction".

Y en medio de todas estas palabras sin sentido, que de cierta manera siento que dan vueltas en esta página pero que no logro saber si en verdad estoy diciendo algo, pienso en un día que estaba sobre Quai de la Saone con una amiga, dos bebidas de Starbucks en nuestras manos y el sol del atardecer que nos mantenía calidas mientras el cielo oscurecia lentamente. Hablábamos de aquello que me esperaba para los siguientes 4 meses, aquello que me esperaba para mi futuro. No sabía si angustiarme, estar feliz, estar nerviosa...creo que era una mezcla de todas las anteriores. Y mientras discutíamos le dije que solo sabía que estaba feliz de haber vuelto, que a pesar del miedo que me apretaba un poco el corazón este seguía su ritmo tranquilo, esperando a que el miedo nos dejara tranquilos a los dos.

Me acerqué al borde del río, ya un poco más oscuro que unos minutos antes y me di cuenta que a pesar de la adversidad que podía llegar en los siguientes meses, de las complicaciones y los esfuerzos, en ese preciso momento, ahí con ella, sentí que el solo hecho de estar ahí parada, con la vista que tenía, la compañía y la circunstancias, era suficiente para poner en mi cara una sonrisa de ponque. Esta sensación es la que creo que caracteriza un buen día, un día en el cual toda posible adversidad sigue siendo real, sigue estando a la vuelta de cualquier esquina, pero tener la capacidad de sentir la tranquilidad en momentos como este, nos hace darnos cuentas que estamos bien como estamos y que aunque podamos necesitar o querer más, en ese preciso momento, en ese día...podemos dejar esa ansiedad, ese anhelo para otra ocasión, podemos dejar cualquier otra idea, fuera de nuestras cabezas...no permitirles que corrompan el momento.

Un buen día es caminar por las calles y tomar fotografias de los alrededores, un buen día es salir a comprar ingredientes para cocinar mi-cuits, un buen día es aquel en el cual al levantarse y al voltear se ve a la persona que uno ama, un buen día es uno donde hay una taza de chocolate caliente, en el cual se oye la canción que se quería escuchar, esa que hace que todo el resto del mundo se detenga mientras la melodía continua. Un buen día es ir a un restaurante tarde en la noche y comer un tiramisu de postre.

Un buen día es caminar con el corazón tranquilo y con el solo anhelo de tener más tiempo...juste pour que ça dure pour toujours.


"...I like for you to be still..."

Sunday, October 11, 2009

:Sunday Night Thoughts:


(Photo: Forêt de Clapiers 2009, Clapiers, France)

Después de las Fiestas – Julio Cortazar

Y cuando todo el mundo se iba

y nos quedábamos los dos

entre vasos vacíos y ceniceros sucios,


qué hermoso era saber que estabas
ahí
como un remanso,

sola conmigo al borde de la noche,

y que durabas, eras más que el tiempo,


eras la que no se iba

porque una misma almohada

y una misma tibieza

iba a llamarnos otra vez

al despertar al nuevo día,

juntos, riendo, despeinados.

It seems to me that happiness is one of the hardest things to find in this life. I sometimes wonder if it is just THAT hard to find it, or if maybe it is by our own doing that it takes such hard work. Because of this I decided that will take whatever small happiness I can get and enjoy it for as long as I can. I have noticed that it is the tiny, small details in life which seem to bring a smile to our faces and warm our hearts. Some silly text message or e-mail, a small gesture or a gentle touch, a cup of hot chocolate and pancakes.


I ask myself if I am happy now, I think of times when I was certain that I was, I knew that I needed nothing more, only more time to enjoy it. I think of streets, people, situations, my head of full of so many memories of happiness, and I keep longing for them. I think of a bed on which I was sitting and waiting for someone to come home. I remember smiles and a group of young men cheering. I remember how it felt to be loved.

Life without all these moments seems unreal, seems impossible. I want to find the happiness I felt then, now. I try to be a bigger person and move on, like we are all supposed to. Life here seems like a dream, I keep wondering when it is that I will wake up. I feel that I belong elsewhere, that there are other things waiting for me and I want to find them. People may think that it is just a wish to get away, to be free...I just want to do what I have always wanted to do, I want to be able to fulfill the dream that I have had since God knows when.


I don't really know how to act here, I'm not entirely sure I know what it is that I'm supposed to do or how I am supposed to be. We have all changed, people I knew are different now and I know for a fact that I am a different person. I am hesitant, I am not sure of what I want and even if I knew, I don't know if I would know how to get it. It seems to me that I tend to keep a distance, not to care so much, to go with the flow and embrace whatever may come my way. I am not sure what it is that I deserve.

C'est normal que j'aie peur. It feel that I have had the best that I'll ever get. I don't see how I can do any better than that, I can't help but wonder if there is truly a possibility of anybody looking at me in the same way. Being here has become a matter of accepting the present, of being constantly brought back to reality. Absence brings me back to reality. I am living as best as I can, with what I have.

I am scared shitless. There is the possibility that there will be someone else. Someone else will come and everything starts all over again. Someone else would probably be better, it would serve as far more than a distraction, instead of yearning for the presence and company of a person that is far away, there would be a person there, present, that could be touched, seen, loved.


I am not in the spirits for searching, I am looking for nothing, except probably distractions. I thought I had found one not so long ago. Something to make the parting seem a little less hard. Funnily enough I found my distraction to be not entirely healthy for me. After the parting, it seems that what I want is to find affection, affection that will be willingly given, that I can reciprocate and that may fill a little bit of the void that has been hanging around since I got on that plane.

Why is it that we look for affection where there is none to be given? I thought that I knew what it was that I wanted until I had it in front of me and realised I would probably be better off without it. As I said before, happiness is just too damn hard to find sometimes and it seems awfully ridiculous to go around, chasing an illusion of happiness which in turn only leads to misery. I have no desire for misery, I have no desire for complications, drama and silly fights over incredibly silly subjects. I try to hold on to the silly things that put a smile on my face, I try to take the good of every situation and let the complications slide past me, unnoticed.

Why is it then, that I hold on vigorously to such a complicated situation? Because in the midst of the complications, the memories, the hopes and the disappointments...in the midst of all that chaos, I find happiness that I never knew I would experience. I refuse to turn my back on happiness like that, I refuse to simply let go and forget. I don't want to forget and I'd really like not to be forgotten.


I think of second chances, meetings, encounters. I think of streets in France, in cities unknown to me but that I wish to explore. I think of a bench next to a Park on a street in New York City. I ponder about promises that were never made in order to never be broken.


I have decided that I'll just go with the flow, all take things as they may come and I cast misery aside. The ideal thing to do, would be to shut up and be happy.


I'll just have a cup of chocolate and a plate of pancakes while I wait for happiness to arrive :)

"A veces, casi siempre...seguro pienso en ti,"


Sunday, September 27, 2009

:Night Out @ Bogotá:


(Photo: Entrada BBC - Calle 85, Bogotá, Colombia)
"..Te quiero cerca pa' tocarte y pa' bailar..." - Pa' Bailar, Bajofondo Tango Club y Julieta Venegas.
En vista de mi regreso a Bogotá considero que sería prudente relatar algo que se ha vuelto una constante en mi vida y que disfruto con pasión. Relataré entonces, lo que es salir en las noches en esta ciudad, en la cual las calles vibran con la música de las discotecas. Luego de una no tan larga semana en la U, lo único que todos esperamos es que llegue el fincho para poder volverse loco y olvidarse de todo, menos de la fiesta :D. Cómo empieza el plan? Bueno, digamos que por Facebook, se manda un mensaje, a ver quien responde, lo que me encanta de estos planes organizados por Facebook es que la gente que uno invita nunca va, pero gente que no se invito siempre llega. Luego de esos intentos fallidos en los que finalmente nunca se logra saber quien va y quien no, se recurre al siguiente medio: El celular. Cómo es la vuelta con el celular? Una llamadera a todo el mundo, en la cual se oye: "Qhubo, si, que hacemos hoy?", "Llame usted, yo no tengo minutos", "Lo llamo cuando salga", "No tengo plata"...en fin, algo logra cuadrarse: "En la 85? Si, listo ahí nos vemos".

Y c'est parti. Entonces se llega a el sitio (en taxi o lo llevan a uno), se espera a que llegue el resto de la gente y listo. Digamos un sitio como Bogotá Beer Company, donde los sueños se hacen realidad y la felicidad se transforma en un liquido de color rojo o negro en su defecto y sabe a gloria. Se pide una Half n Half o una Black n Tan, se sienta uno en la terraza y empieza a echar carreta, se prepara el ambiente de la fiesta. Se oye la música a lo lejos en los bares y mientras tanto se va pensando a donde ir, a qué sitio entrar y donde no molestarán mucho o no será tan caro. Alrededor se siente un ambiente de relax, sin tensión, gente alrededor tomando sus tragos, hablando, colombianos, extranjeros, jóvenes, viejos, churros y no tan churros.

Al irse terminando la jarra de cerveza, se empieza a entrar en mode rumba. Se paga la cuenta, que es muchos casos es un gran caos, "Lo suyo qué fue?", "Quien pidió esto?", "El IVA está incluido?", "Y la propina?", "Alguien me puede prestar?" En medio de montañas de billetes y un reguero de monedas se deja la cuenta, se sale del sitio y se comienza la travesía a través de las calles de la nueva zona Rosa de Bogotá. Caminando por las calles, se pasa por bares, discotecas, chuzos, sitios donde se sale a comer a las 3:30am para bajar la borrachera o porque simplemente a esa hora tiende a dar un hambre brutal. Calles compuestas por bares y bares, una discoteca al lado de la otra, no logra saberse cual está poniendo qué música y claramente, cantidades de gente que andan en el mismo plan que uno, nenas entaconadas y arregladas, nenes con sus chaquetas de cuero y sus 'looks' de rumba. Es toda una odisea caminar entre las calles, evitando estrellarse con los que están ebrios e incluso con los que están sobrios, estando pendiente de no ser arrollado por algún taxi, los cuales andan a velocidades descomunales en calles donde la gente se atraviesa como si nada.

Mi parte favorita de estos planes es decidir a donde ir a rumbear. Dios, es ahí donde se entra en conflicto: "No parce el cover es muy caro", "No a ese sitio no, eso es un hueco", "No ahí joden mucho para entrar", "Yo voy a donde sea pero no a Santa". La cuestión es que la toma de esta decisión no es algo que se haga previamente, generalmente cuando se dice que se quiere ir a un sitio en especifico, NUNCA se termina entrando ahí. Cómo se determina a donde entrar entonces? Pues simple, se camina por toda la 82 mirando a ver cual sitio es bueno,bonito y barato...y que aun haya espacio adentro para medio moverse. Se vuelve entonces una caminadera por las calles abarrotadas de gente, en el que las ganas de rumba se incrementan y en muchos casos el desespero también. En estos paseos es cuando la gente se pierde, se ve la gente con el celular: "Donde está?" "No lo veo", "Ya entró?", finalmente a través de un milagro se decide un sitio, el siguiente paso es lograr entrar.

Digamos que son alrededor de las 11:30pm, los sitios aún llenos y la música sonando, haciendo vibrar las paredes y uno con ganas de bailar, de entrar y de Get The Party Started. Se hace la fila para la entrada, se muestra la cédula, el bouncer lo mira a uno para asegurarse de que efectivamente si es uno el de la foto (Si, soy yo, solo que es una foto muy mala). Se paga el cover, se entra y la música se mete en las venas. Time to dance. Qué es lo primero que dice la gente al entrar a un sitio? "Bueno, entonces qué...compramos guaro?" La gente hace vaca, ponen plata y una vez más se ve una montaña de billetes juntados para comprar una botella de guaro, que viene con sus respectivas copitas. Se reparten, se hacen brindis, y comienza la fiesta. Reggeaton, Vallenato, Electronica, Salsa. Se hace el circulo de amigos donde todos bailan en conjunto y de vez en cuando se arman parejas, también puede pasar que llegan desconocidos a bailar con uno.

A las 3:30am se acaba la faena ya que es la nueva ley (que personalmente me deprime de sobremanera), algunos saldrán borrachos, otros prendidos y otros sobrios. Las salidas de todos estos sitios están caracterizadas por los vendedores ambulantes que se parquean ahí, con sus paquetes de papas, chicles y Bom Bom Buns. Cajetillas de cigarrillos y supercocos. Nos dirigimos entonces al primer sitio donde vendan comida, empanadas, arepas, lo que sea para matar el hambre o bajar la prenda, en estas situaciones ya nadie jode por donde se esta comprando la comida ni con qué está hecha, igual todos sabemos que es con niño perdido.

Luego de esta buena comida, ya un poco más sobrios nos dirigimos a la parte dolorosa de la noche, la cogida de taxi. Es en ese momento que en verdad detesto donde vivo, pues es lo que podemos llamar...retiradito. Por qué es tan grave esto? porque el taxi sale bien caro. Se hace ruta para ver quien coge taxi con quien y además por ser mujer requiero que me acompañen a mi casa. Lo del taxi es todo un video también, porque pasa que nos metemos de a siete en un taxi, unos encima de otros, unos más sobrios que otros y si hay borrachos, con la mano lista en la puerta en caso de emergencia. Es bueno comentar también que en las tempranas horas de la mañana, el semáforo pierde toda utilidad para los taxistas. Se llega en tiempo record y durante el recorrido uno va con el corazón en la garganta, cogido de lo que puede tenerse y rogando porque no pase nada.

Se llega a la casa, "Me presta plata? Yo le pago esta semana," El taxi se va y hasta ahí llega la noche. Si uno está prendido la llegada a la casa también es toda una aventura, aunque en mi caso soy afortunada porque mi casa no me toca abrirla con llave entonces me salvo de esa escena en la que uno en medio de una prenda muy dura trata de meter la llave donde es, pero simplemente no lo logra. Al entrar se trata de no hacer ruido pero uno se estrella con todo lo que no se le atraviesa a uno en el camino. Y la gloria es ver la cama, tirarse encima así sea con ropa y todo y dejarse llevar por el cansancio, resultado de toda esta aventura que es salir por las noches en Bogotá.

Si hay algo que me alegra de haber vuelto, son estas salidas. Como digo, es toda una aventura, toda una odisea. Para mi, estas salidas tienen a Bogotá escrito en todas partes, hacen parte de lo que és vivir en esta ciudad, y evidentemente es muy diferente a como eran las salidas en Francia. Es una experiencia 100% rola.

Entonces que, farra esta noche?


Tuesday, September 15, 2009

Feliz Día de la Cheverecidad

(Photo: Entrada Café Sevilla, 15 Septiembre 2008, Lyon, France,
Crédit: Rodrigo Garcia)

Et toi, t'es d'où?

Porque muchos no lo saben hoy se celebra un día especial, el Día de la Cheverecidad. Normalmente se celebra con un vaso de sangría en mano, en un bar (puede ser un bar español), con amigos, con mucha música, con banderas y con encuentros completamente inesperados.Este es un día que no se puede pasar por alto,en el que todo y nada puede pasar. Sí algo debo escribir en este blog, es lo que pasó este día.

Volvamos, entonces, a hace un año, afortunadamente con el post anterior logré establecer cierto contexto para estar al tanto de la gente que conocí en mis primeros días en Lyon. Entonces, 15 de septiembre, fiesta de la Revolución Mexicana, Lyon = colonia mexicana, resultado...GRAN fiesta mexicana en Lyon. Hoy es el cumpleaños de una de las niñas que conocí en la residencia (Rosalba), y ellas me invitaron a la celebración que se llevaría acabo en un bar español, Café Sevilla, Rue Sainte-Catherine, Lyon, France.

Partimos en parche, un gran parche mexicano, con sus camisetas verdes y sus banderas y su felicidad. Ibamos cuatro extranjeros en el grupo, Liza, Penelope, Romain y yo. En el metro hicimos ruido, cantamos, tomamos fotos, salimos del metro y aun mas ruido, caminando hacia el bar parecíamos una bandera mexicana andante. Llegamos al sitio, más fotos, más ruido, la noche era nuestra y todo podía pasar. Entramos al bar donde ya sonaba la música, donde el acento francés inundaba toda conversación...hasta que entraron el resto de los mexicanos...en ese momento ya lo unico que se oía era español.

Pourquoi est-ce que tu parles espagnol?

Paulina estaba feliz dibujando banderas mexicanas en las caras de literalmente todo el mundo, fueran franceses, mexicanos, clientes, bartenders...TODOS. Yo me la pasé entrando y saliendo del bar tratando de captar algo de señal en vista de que esperaba una llamada que nunca llegó. En una de esas entraderas y salideras escucho a Paulina hablar con alguien, que dijo una frase en español perfecto (y sin acento mexicano :p) me volteo y veo a un joven y le pregunto si habla español y de donde es. Si, si hablo español...de donde eres? Francés. Ah.

Nos quedamos hablando del por qué hablaba español, que lo hablaba bien, si, soy colombiana, ellas son mis amigas mexicanas. La bandera en mi mejilla? Mi amiga la dibujo...te dibujaria una pero no hay más pintura...tiens, je te donne la mienne. Un arrebato de valentia me entró, en el cual le restregué mi bandera y recibi un beso en la mejilla a cambio. Ce n'est pas comme ça qu'on fait les bisous en France.

La fiesta comenzó y como buena colombiana que soy me fui a bailar, seguimos hablando de vez en cuando y él se acercaba para bailar. Yo continuaba esperando una llamada y seguía entrando y saliendo. Nos encontramos afuera luego, con todo un grupo de amigos, todos franceses...no recuerdo cuantos eran en total, pero recuerdo que hice el tierno intento de aprenderme sus nombres. Nos reímos y me dijo que se iba a cocinarles a todos, que su apartamento estaba cerca. Yo le dije que yo seguiría ahí...si tu veux donne-moi ton número. Intercambiamos teléfonos en caso de que volviera para poder encontrarnos.

On est à Ayers Rock...tu connais?

Nos fuimos a otro bar en vista de que cerraron el Café Sevilla y evidentemente la fiesta debía continuar. Fuimos al bar al que más molestan para entrar pero que por mucho que molesten la gente sigue yendo, Ayer's Rock, Australian Bar. Entramos, aún con banderas y aún en modo rumba. Locura total al interior, la gente que había seguramente era el doble de la capacidad que el sitio permitía, cervezas por doquier (Fosters). Yo encima de una mesa, la fiesta seguía, música a todo volumen, Españoles, Ingleses, Australianos e incluso un tipo X que trataba que bailara con él mientras que yo trataba de mantener mi distancia.

Esperando a ver si el jeune homme del autre bar aparecia, anduve pendiente de mi celular, saliendo de vez en cuando para tener señal. Luego de un rato, en medio de una buena canción bajé la mirada y ahí estaba, mirandome y sonriendo. Le dije que viniera, se subió a la mesa y hasta ahí llego el esfuerzo del tipo X. Bailamos toda la noche, tratamos de hablar en medio la música, el ruido, los gritos...

3:30am..heure de fermeture...c'est lundi quand même. Salimos del bar, yo desesperada porque había perdido mi saco y hacía un frío que yo no consideré que debería hacer en septiembre, teniendo en cuenta que el verano estaba acabando. Recordé también que me había quedado sola ya que mis amigas mexicanas volvieron a la residencia más temprano, me había quedado con Liza...quien se había perdido con un español. Entonces si, sola...bueno..con él.

Serieux, si tu veux j'habite juste à côté...

Molestando le dije que deberíamos ir a su apartamento y él se lo tomó en serio y a mi me entró pánico. Obviamente, nerviosismo total, no, no, tengo que buscar a mi amiga...good timing a Liza le da por aparecer justo ahí...ehh..no, no la puedo dejar sola...etc etc. Me debí haber visto realmente ridícula. Nos despedimos y quedamos de volvernos a hablar, ya conocía esa frase...y en el momento me sonó mucho a: "Si, tengo tu teléfono pero no nos vamos a volver a ver". Él se fue y yo me quedé con Liza y con Carlos (un español), sin saber que hacer hasta las 5am que volvían a funcionar los metros y podríamos regresar a la residencia.

Qué hicimos? Meternos a un bar gay...no es eso lo que hace todo el mundo en estas situaciones? Claro, el bouncer nos miró, bueno está bien, miró a los españoles que estaban con nosotros, le gustaron entonces entramos, así funciona la vaina. Entramos pedimos cerveza, gays por aquí, gays por allá...un grupo se empieza pelear, una mujer está en medio...y de repente llega uno y le rompe una botella en la cabeza a otro. Bah...normal. El tipo se queda parado ahí con la mano en la cabeza como si no hubiera pasado nada...se lo llevan para el baño y creo que nunca más se supo de él.

Salimos a la luz del día (5:30am) y camino a Bellecour donde cogeríamos el bus y volveriamosa nuestra residencia a tratar de dormir un poco. Esa mañana tenía clase y diez mil cosas en la cabeza, fue una de las noches más locas de mi vida. Lo que pensé fue un: "bueno la pasamos rico y..ya" resultó ser todo el contrario al recibir un mensaje de texto a los tres días (On se voit ce soir?) y a la semana encontrarme caminando por la Place des Terreaux (con el corazón en la garganta) hacía un joven en gabardina negra y gente bailando salsa en la mitad de la plaza.

Salut, ça va?

No, no es que sea incapaz de superarlo, sólo que esta noche cambió mi vida. Primera verdadera soirée en Francia. Debo confesar que todo comenzó de manera muy prometedora. Hoy un año después, con la memoria un poco borrosa y con muchos menos detalles escribo este 'corto' relato. Una vez más me arrepiento de no haberlo hecho antes, pero de cierta manera siento que funciona también como una 'conmemoración' a lo que fue la primera de muchas, muchísimas buenas noches en Francia.


..En esas andaba cuando lo vi...


Friday, September 11, 2009

De por qué soy un fracaso para los blogs...

(Photo: Hombre y Mujer, Museo Botero, Bogotá, Colombia)

Mais quel horreur...merde.

Porque evidentemente para tener un blog...sería bueno escribir en él. Creé este hace como 4 meses y como buena escritora que soy, no lo volví a tocar después de mi primer post. Bien ouej. En fin, no me sorprende, siempre he sido mala para mantener constancia en este tipo de cosas, traté de llevar un diario y lo logré como por un mes...para luego dejarlo de lado durante dos años y encontrarlo de nuevo en medio de mil cosas ya olvidadas.

Ahora que lo pienso, me arrepiento de no haber llevado un blog durante mi viaje en Francia, me doy cuenta que en verdad habían muchas cosas para contar y que habría valido la pena guardarlas en algún lado, fuera para lo que fuera. Hoy las miraría y me inundaría la nostalgia (que de por sí ya me está inundando pero bueno). Ahora que vuelvo a abrir esta página y vuelvo a escribir en ella me siento dudosa, pues ahora que estoy de vuelta en Colombia no pretendo relatar cada uno de mis días en la Universidad, y me pregunto si en verdad tendré algo lo suficientemente interesante para decir es este espacio...

Esa es otra razón por la cual soy un fracaso para los blogs, no logro saber qué es lo que debería escribir, evidentemente es lo que yo quiera, pero lo ideal seria que no fuera n'importe quoi...que fuera algo con sentido, que valiera la pena escribir y leer. Podría contar de como ayer sentí que moría de la gripa mientras que tenia dos parciales en los cuales me agobiaba lentamente del calor y del malestar...interesante.

Aujourd'hui il y a un an...

Dada la situación he decidido escribir acerca de hoy hace un año. Ya llevaba 11 días en Lyon, sola en una residencia decente pero en un edificio en decadencia (Residence Andre Allix, Bâtiment K, Chambre 317). Si,me entró pánico cuando vi mi cuarto, un hueco en el que sentí que nadie podría vivir durante 6 meses...y no pude imaginar como carajos iba a hacer. En medio de mi desespero había decidido buscar otra residencia en la ciudad, más cerca a la Universidad y dediqué mis días a cumplir esa misión antes de se acabara el mes o incluso antes de que comenzaran las clases. Ah bueno, y además no había internet, que en verdad no era tan grave...en vista de que mi computador ya no funcionaba.

En una de esas tardes en mi hueco, perdón, cuarto escuché voces que hablaban en español, en esos días, habiendo estado sola y con un contacto mínimo con otras personas, haber escuchado gente hablando español fue como ver la luz al final de túnel (en el buen sentido). Salí corriendo de mi cuarto y encontré tres niñas, les pregunté de donde eran, Mexicanas (Rosalba, Marissa, y Samy). Voilà mis amigas de residencia, quienes me salvaron de morir de depresión crónica entre paredes de papel y baños olorosos.

Con ellas salí a caminar por Lyon en la noche, compramos cervezas, me presentaron MÁS mexicanos y fue allí cuando decidí que Lyon era una colonia mexicana, 0 colombianos..10000 mexicanos. Conocí más gente en la residencia, siempre con cerveza en mano, pues había conocido la chela de mis sueños...cerveza con tequila...Desperados es sinonimo de felicidad. Franceses, Brasileros, Suecos, Arabes...mezclas de culturas, idiomas, musica...todo.

Luego de haber encontrado a las tres chavas todo mejoró, definitivamente la compañía siempre hará que una situación crítica cambie completamente. En fin, decidí quedarme en mi residencia, teniendo en cuenta que podría acostumbrarme, que no era tan malo y que igual no estaba pagando caro. Fue gracias a la gente que conocí en esa residencia que las relaciones que hice durante el resto del año se dieron.

Por esos días conocí a Liza (Chipre) también, en una estación de bus porque yo no tenía monedas y en medio de mi eterna ingenuidad creía que el conductor del bus no recibía billetes. Le pedí cambio de un billete de 5euros pero no tenía, el bus llegó...subí, le entregué al conductor el dinero muerta del susto...él simplemente me dio mi tiquete...vaya drama. Días después volví a ver a Liza, hablamos de Coldplay, a las dos nos gusta (bueno..a quién no?), nos dimos cuenta que teníamos muchas cosas en común, quedamos de vernos otra vez por ahí para tomar café. Salimos juntas por primera vez el 15 de septiembre para la fiesta mexicana.

Hoy hace un año Juli y Cami llegaron a Montpellier y a los 3 días fui con Lau para recibirlas. Pasamos el fin de semana en Montpellier, que es la colonia colombiana por excelencia, cosa que no me sorprende, mar y rumba...para qué pedir más? Juli y Cami vivían en la rue du Petit St Jean cerca a la Place de la Comédie, donde todo es una comedia. Ahí desayunamos en McDo, caminamos a las 5 de la mañana muertas de frío, pasamos guayabo y nos fuimos de shopping. Ah bueno, y me tomé mi primera botella de vino con mis amigas colombianas. Primer viaje en Francia, fiesta, sangria, shopping, guayabo, playa...a mi regreso en Lyon me esperaba la fiesta mexicana del 15 de septiembre (que cabe remarcar que fue un Lunes)

Voilà, un pequeño relato que debí haber escrito hace un año y que ahora esta en una versión mucho más condensada de lo que debería ser, pero pues...un año es un año. Al menos estoy satisfecha y me digo: "Mejor tarde que nunca,". Con esto renuevo mi intento de mantener este blog, esta vez no narro desde Francia, sino desde Bogotá, Colombia, donde estoy viviendo hace más de mes y medio y donde estaré instalada por lo menos durante este año.

Vamo' a ve' como me va. Here goes try # 2.


Sunday, June 7, 2009

º Le Premier Jour du Reste de ta Vie º

(Photo: Montée de la Grande Côte, Lyon France)

' The First Day of the Rest of your Life'...

Because evidently there is a day when you feel that everything changes, and that what you do from that moment on will alter and infer with the course your life takes. I do not think there is an age for this day, it's simply a moment in which you finally feel the responsibility of living fall on your shoulders with all its weight. To keep on the metaphor...I would say that it takes a while for you to get used to the new weight; you shift, you try to accommodate yourself to it and the hardest part is always when you wonder if you are going to be strong enough to keep it up.


And then, comes the waking up every morning, the days in which you look at yourself in the mirror and you think 'I can do this,' you assure yourself and you go along through the day...and then, there's the morning when you are awaken but unable to move due to the weight. It seems heavier this morning and thus you ask yourself once more..'I am going to make it?' There is an awkward shifting, rolling around, probably some sighing as you get some air in and out of your lungs...the doubt seem to press physically onto you and it pins you to the bed. The very action of setting your feet on the floor indicates that you will have to move, to act, to
do.


Doing was the worst part. It is when you do not know what it is you want to do, when you do not know what it is you should do. I remember I would go to sleep wishing the morning would not come, or would take a long time to arrive...so that I would have time to consider my options, the possibilities and as always the consequences.
All these thoughts seem out of context and probably do not make sense...the story behind them is too long to tell, but I reckon that eventually I will. For now, I will just focus on the moment in which I found myself struggling between decisions and possibilities, the days when waking up seemed to be the worse thing...and I felt time passing me by, waving at me and reminding me that it was not stopping for me, that the days were still going to come one after the other.

Finally, a decision was made, I jumped on a plane and found myself on the other side of the world yet again, away from my family and friends. Away from what had meant to be the new future for me, suddenly I felt that I had completely changed the course of things and that my life had turned to a page that I never thought would have never been part of the story. Suddenly I found myself face to face with a different world and in a completely different situation and at this point I realised that the future, the following years depend on what I am capable of doing right now.

Evidently, that has now brought me to consider my own self-worth, my abilities and now every morning I wake up, stare at the ceiling, look at the person beside me and wonder if I am good enough for this. I know for a fact that I am not the only person who asks herself this genre of questions, we all do it, more often that we would like...but uncertainty plays a big role on our lives, whether we like it or not.

Thus the first day of the rest of my life started with me in a different country, with different people and with different challenges. It started with me looking at myself on the mirror and ensuring myself that I had made the right choice and now all that was left to do was to take a step forward and move on through the way I had chosen. It has been a little more that two months after this day...I still wonder about how things would have been if, I still question myself...

The thing is that when you open your eyes and you wake up to this day, you become aware of the fact that the world is right in front of you, the choices you have made have brought you to this decisive moment in which you either move forward or you let life pass you by day by day.

It puts things into perspective...I considered my options, the consequences...accepted them and took a step forward.

Here I am, walking my way through life, one day at a time.