
(Photo: Entrada Café Sevilla, 15 Septiembre 2008, Lyon, France,
Crédit: Rodrigo Garcia)
Et toi, t'es d'où?
Porque muchos no lo saben hoy se celebra un día especial, el Día de la Cheverecidad. Normalmente se celebra con un vaso de sangría en mano, en un bar (puede ser un bar español), con amigos, con mucha música, con banderas y con encuentros completamente inesperados.Este es un día que no se puede pasar por alto,en el que todo y nada puede pasar. Sí algo debo escribir en este blog, es lo que pasó este día.
Volvamos, entonces, a hace un año, afortunadamente con el post anterior logré establecer cierto contexto para estar al tanto de la gente que conocí en mis primeros días en Lyon. Entonces, 15 de septiembre, fiesta de la Revolución Mexicana, Lyon = colonia mexicana, resultado...GRAN fiesta mexicana en Lyon. Hoy es el cumpleaños de una de las niñas que conocí en la residencia (Rosalba), y ellas me invitaron a la celebración que se llevaría acabo en un bar español, Café Sevilla, Rue Sainte-Catherine, Lyon, France.
Partimos en parche, un gran parche mexicano, con sus camisetas verdes y sus banderas y su felicidad. Ibamos cuatro extranjeros en el grupo, Liza, Penelope, Romain y yo. En el metro hicimos ruido, cantamos, tomamos fotos, salimos del metro y aun mas ruido, caminando hacia el bar parecíamos una bandera mexicana andante. Llegamos al sitio, más fotos, más ruido, la noche era nuestra y todo podía pasar. Entramos al bar donde ya sonaba la música, donde el acento francés inundaba toda conversación...hasta que entraron el resto de los mexicanos...en ese momento ya lo unico que se oía era español.
Pourquoi est-ce que tu parles espagnol?
Paulina estaba feliz dibujando banderas mexicanas en las caras de literalmente todo el mundo, fueran franceses, mexicanos, clientes, bartenders...TODOS. Yo me la pasé entrando y saliendo del bar tratando de captar algo de señal en vista de que esperaba una llamada que nunca llegó. En una de esas entraderas y salideras escucho a Paulina hablar con alguien, que dijo una frase en español perfecto (y sin acento mexicano :p) me volteo y veo a un joven y le pregunto si habla español y de donde es. Si, si hablo español...de donde eres? Francés. Ah.
Nos quedamos hablando del por qué hablaba español, que lo hablaba bien, si, soy colombiana, ellas son mis amigas mexicanas. La bandera en mi mejilla? Mi amiga la dibujo...te dibujaria una pero no hay más pintura...tiens, je te donne la mienne. Un arrebato de valentia me entró, en el cual le restregué mi bandera y recibi un beso en la mejilla a cambio. Ce n'est pas comme ça qu'on fait les bisous en France.
La fiesta comenzó y como buena colombiana que soy me fui a bailar, seguimos hablando de vez en cuando y él se acercaba para bailar. Yo continuaba esperando una llamada y seguía entrando y saliendo. Nos encontramos afuera luego, con todo un grupo de amigos, todos franceses...no recuerdo cuantos eran en total, pero recuerdo que hice el tierno intento de aprenderme sus nombres. Nos reímos y me dijo que se iba a cocinarles a todos, que su apartamento estaba cerca. Yo le dije que yo seguiría ahí...si tu veux donne-moi ton número. Intercambiamos teléfonos en caso de que volviera para poder encontrarnos.
On est à Ayers Rock...tu connais?
Nos fuimos a otro bar en vista de que cerraron el Café Sevilla y evidentemente la fiesta debía continuar. Fuimos al bar al que más molestan para entrar pero que por mucho que molesten la gente sigue yendo, Ayer's Rock, Australian Bar. Entramos, aún con banderas y aún en modo rumba. Locura total al interior, la gente que había seguramente era el doble de la capacidad que el sitio permitía, cervezas por doquier (Fosters). Yo encima de una mesa, la fiesta seguía, música a todo volumen, Españoles, Ingleses, Australianos e incluso un tipo X que trataba que bailara con él mientras que yo trataba de mantener mi distancia.
Esperando a ver si el jeune homme del autre bar aparecia, anduve pendiente de mi celular, saliendo de vez en cuando para tener señal. Luego de un rato, en medio de una buena canción bajé la mirada y ahí estaba, mirandome y sonriendo. Le dije que viniera, se subió a la mesa y hasta ahí llego el esfuerzo del tipo X. Bailamos toda la noche, tratamos de hablar en medio la música, el ruido, los gritos...
3:30am..heure de fermeture...c'est lundi quand même. Salimos del bar, yo desesperada porque había perdido mi saco y hacía un frío que yo no consideré que debería hacer en septiembre, teniendo en cuenta que el verano estaba acabando. Recordé también que me había quedado sola ya que mis amigas mexicanas volvieron a la residencia más temprano, me había quedado con Liza...quien se había perdido con un español. Entonces si, sola...bueno..con él.
Serieux, si tu veux j'habite juste à côté...
Molestando le dije que deberíamos ir a su apartamento y él se lo tomó en serio y a mi me entró pánico. Obviamente, nerviosismo total, no, no, tengo que buscar a mi amiga...good timing a Liza le da por aparecer justo ahí...ehh..no, no la puedo dejar sola...etc etc. Me debí haber visto realmente ridícula. Nos despedimos y quedamos de volvernos a hablar, ya conocía esa frase...y en el momento me sonó mucho a: "Si, tengo tu teléfono pero no nos vamos a volver a ver". Él se fue y yo me quedé con Liza y con Carlos (un español), sin saber que hacer hasta las 5am que volvían a funcionar los metros y podríamos regresar a la residencia.
Qué hicimos? Meternos a un bar gay...no es eso lo que hace todo el mundo en estas situaciones? Claro, el bouncer nos miró, bueno está bien, miró a los españoles que estaban con nosotros, le gustaron entonces entramos, así funciona la vaina. Entramos pedimos cerveza, gays por aquí, gays por allá...un grupo se empieza pelear, una mujer está en medio...y de repente llega uno y le rompe una botella en la cabeza a otro. Bah...normal. El tipo se queda parado ahí con la mano en la cabeza como si no hubiera pasado nada...se lo llevan para el baño y creo que nunca más se supo de él.
Salimos a la luz del día (5:30am) y camino a Bellecour donde cogeríamos el bus y volveriamosa nuestra residencia a tratar de dormir un poco. Esa mañana tenía clase y diez mil cosas en la cabeza, fue una de las noches más locas de mi vida. Lo que pensé fue un: "bueno la pasamos rico y..ya" resultó ser todo el contrario al recibir un mensaje de texto a los tres días (On se voit ce soir?) y a la semana encontrarme caminando por la Place des Terreaux (con el corazón en la garganta) hacía un joven en gabardina negra y gente bailando salsa en la mitad de la plaza.
Salut, ça va?
No, no es que sea incapaz de superarlo, sólo que esta noche cambió mi vida. Primera verdadera soirée en Francia. Debo confesar que todo comenzó de manera muy prometedora. Hoy un año después, con la memoria un poco borrosa y con muchos menos detalles escribo este 'corto' relato. Una vez más me arrepiento de no haberlo hecho antes, pero de cierta manera siento que funciona también como una 'conmemoración' a lo que fue la primera de muchas, muchísimas buenas noches en Francia.
..En esas andaba cuando lo vi...
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